¿Para qué tantos besos? Si, al fin y al cabo, no sabes amar.
Un momento, para recordar que existes;
sin ataduras.
Dos recuerdos, sumados a una cuenta inagotable.
Tres minutos, como aquél día, para volar;
como si pudiera olvidarse.
Cuatro tiempos, para tocar la melodía que tanto disfrutaste; cada compás,
aprendiendo de tus silencios.
Olvida la estructura y las formalidades para escribir tantos deseos inútiles;
hazme caso. Déjate llevar.
Cinco vidas, insuficientes para estas inmensas ganas de sonreír;
contra todo y nada más.
Seis caricias sin malicia, con conciencia del placer y lo inevitable de las palabras entre tanta hilaridad.
Tú, vida; y yo, un aditivo más.
Siete días, para amar lo que olvidaste ayer y lo que querrás mañana. Hoy ¡Sin tiempo! pero ama.
Ocho, por si hacen falta 24 horas más, un suspiro; o, quizás, volar.
Nueve espacios; cosmos y estrellas fugaces. Deseos, ilusiones, anhelos, esperanzas o nada; pero junto al viento mismo, sin limitaciones.
Un diez desconocido, para que inventes todo cuanto crees imposible de alcanzar, poseer, vivir, anhelar; donde seas solo tú y tus pretensiones, sin un "no puedes" capaz de detenerte el paso. Corre, sin escuchar razones de imposibles; sin más.
Once y nada menos que tú, contra ti y tus paradigmas, miedos y errores. Tú, soñando en cada paso, junto a miles de remembranzas.
Doce.
Descanso de ti, luego de ofrecerte la seguridad necesaria para que surjas del mismo lugar en donde quedamos, pero...
Ve al título y recuerda. ¿Quién sino yo, una vez más?
sin ataduras.
Dos recuerdos, sumados a una cuenta inagotable.
Tres minutos, como aquél día, para volar;
como si pudiera olvidarse.
Cuatro tiempos, para tocar la melodía que tanto disfrutaste; cada compás,
aprendiendo de tus silencios.
Olvida la estructura y las formalidades para escribir tantos deseos inútiles;
hazme caso. Déjate llevar.
Cinco vidas, insuficientes para estas inmensas ganas de sonreír;
contra todo y nada más.
Seis caricias sin malicia, con conciencia del placer y lo inevitable de las palabras entre tanta hilaridad.
Tú, vida; y yo, un aditivo más.
Siete días, para amar lo que olvidaste ayer y lo que querrás mañana. Hoy ¡Sin tiempo! pero ama.
Ocho, por si hacen falta 24 horas más, un suspiro; o, quizás, volar.
Nueve espacios; cosmos y estrellas fugaces. Deseos, ilusiones, anhelos, esperanzas o nada; pero junto al viento mismo, sin limitaciones.
Un diez desconocido, para que inventes todo cuanto crees imposible de alcanzar, poseer, vivir, anhelar; donde seas solo tú y tus pretensiones, sin un "no puedes" capaz de detenerte el paso. Corre, sin escuchar razones de imposibles; sin más.
Once y nada menos que tú, contra ti y tus paradigmas, miedos y errores. Tú, soñando en cada paso, junto a miles de remembranzas.
Doce.
Descanso de ti, luego de ofrecerte la seguridad necesaria para que surjas del mismo lugar en donde quedamos, pero...
Ve al título y recuerda. ¿Quién sino yo, una vez más?
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