Recordé que escribía para no quedarme dentro de mis cuatro paredes mentales, caminando entre las esquinas, esperando a que el entorno de paredes blancas se disipase; pero me quedé adentro, el miedo superó mis expectativas. No pude encontrar la puerta durante un par de meses y, ahora que la encontré, no quise salir. Otra vez el miedo. Otra vez la sensación de estar dentro de una caja desordenada, donde al primer movimiento de la tapa, se salen todas las piezas.
Abdicación.
Las sorpresas desagradables son como galletas, pero sin fortuna. Odio abrirlas. Si las encuentro, las dejo a un lado, bajo cualquier pila de ropa sin doblar. Un horóscopo, otro azar, cualquier bazar olvidado por la fama de sus malas ventas. Así fue mi día: un total descontento. ... Y si no sé escribir...¿Por qué sigo haciéndolo? ¿ Será por otra ronda de compromisos, para no sentirme tan inerte entre las pausas del día? - Quise suponer. ¡Y vaya! Si mi profesora de lenguaje fue quien me lo dijo; y estoy estudiando ingeniería, no quiero imaginarme frente al paredón de fusilados, en la escuela de letras, haciendo algo que pensé podía hacer. No importa. Una tacha más, sobre otra de mis causas p...
Es increíble cómo intentando desesperadamente poner en palabras esto que estoy sintiendo, sin conseguir más que suspiros por no encontrarlas dentro de mí, me he topado con este blog. Un blog que se nota que es el reflejo de una maravillosa persona que ha logrado cargar cada palabra escrita con tantas emociones y tanto significado que es difícil siquiera explicarlo. Tienes un don increíble y único, no lo dudes ni un instante. Espero que puedas seguir viendo la vida con esa mirada tan profunda y tan particular, y que no permitas que los miedos de la mente interrumpan lo que intenta decir el corazón
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