Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2014

Seis días después del 33.

                                                                                                                                              11/05/14. Nunca había abierto un paraguas. Vivía encerrado en días de lluvia, refugiado entre sábanas de algodón, hasta que decidió resbalarse en el asfalto y caer inconsciente sobre la fría acera, a sabiendas de la incompatibilidad de las personas con los desplomes voluntarios -como suelen creerse- ajenos a su libre paso, su caminar inconsciente. Esperaba ayudarlo, seguirlo con la vista, pero me detuve. Siempre existe ese miedo a existir cuando no existes, como si cualquier acto de humanidad podría arrebatarte el poco control que tienes justo antes de romper a llorar.  No me hizo falta mirar un rato más, para saber que sentía el mismo vacío que tenemos todos aquellos que pensamos en ese rechazo infinito del mundo por el cuerpo, los tropezones, las miradas en la calle.  Mirarles a los ojos es retarlos a un duelo finito, una actitud

Tres y treintaytres.

                                                                                                                                           33/05/2014. Esta mañana, al mirarme en el espejo, te reconocí en mi mirada. No me respondiste si aceptabas mi proyecto del 32, el no calendario, la vida distinta; pero no importa, hoy es ese día que tanto odio y simplemente quise cambiarlo. Recogeré firmas para ver si alguien se anota a mi causa y mandan al carajo el calendario gregoriano que tanto daña mis días. En fin.... Estoy molesta, no sé. Ayer vi una iglesia vacía, con cientos de puestos copados, pero no por ti. Mi iglesia, la que percibía, era fácilmente una habitación vacía, me imagino que para otros, era un lugar a tope. Escuchaba el sermón pero me entretenía mirando los vitrales. Luego de escuchar tu nombre, olvidé que necesitaba seguir prestando atención. ¿Ves? causas ese efecto de desconcentración total, ausencia del mundo. Desde que te fuiste, he pensado que mientras más ajena d

Dos.

                                                                                                                                                02/05/14 4 años son 48 meses perdidos, cuando no se aprovechan. ¿Por qué nos separamos? Habríamos hecho que cada día valiera la pena, aún si había alguno para la cuenta de los tantos sin vernos. La distancia me está haciendo daño. No sé que consecuencias o posibles alegrías pudo traerte a ti, pues jamás has querido contarme. No me queda más que jugar con la más brillante idea que se me ha ocurrido, para lidiar con el día a día: perdiste mi número, no sabes que me mudé sin domicilio fijo, pensaste que no te he escrito, pues nada llega a tus manos; así que pensé en seguir contándote un poco, día a día, esperando a que algún amigo en común responda a mi súplica de ir a buscarte y entregarte estas notas... Hoy fue un domingo, cuando los domingos aún eran domingos y seguía escribiendo la fecha en los cuadernos. Básicamente perdía mi tiempo

treintaydos.

                                                                                                                                       32/05/2014. No sé como enviar una carta por correo tradicional. La tecnología me hizo un poco más ignorante en éste tópico, supongo. Igual, para consolarme, recuerdo que no tengo dirección alguna que te pertenezca. El primero de mayo me parece un día de flojos, no es de mi simpatía. De por si, todo comienzo es incertidumbre y esta, en específico, nunca me agradó. Siempre tuve ese proyecto absurdo de crear un treintaydos y olvidar un primero. Te lo he planteado en incontables ocasiones, pero nunca me haces caso. De hecho, hace un tiempo que dejaste de responder mis crónicas, aquel torrencial de tonterías; así que prefiero pensar que secundas mi empresa y me ayudarás, en cierta forma, a ponerla en marcha. Comenzaré por escribirlo en el borde superior de la carta, ese en el que antes se acostumbraba a colocar la fecha antes de comenzar con un "