Por tres horas fugaces, mi casa fue tu pecho ¿O fui yo la tuya? no sé, es difícil distinguir entre espacios que no existen más que alojados en pequeños momentos, porque hoy ya no estabas tú ni estaba yo, pero en mi mente tus brazos siguen aferrados a los míos y ese leve eco de tu voz cuando dijiste a veces creo que no te crees lo linda que eres; y te conviertes de nuevo no solo en casa, sino en hogar, porque a veces creo que no crees lo bonito que es saberte cerca.

Comentarios

Entradas populares de este blog