Cada vez que escucho hablando a alguien sobre "Tres metros sobre el cielo", callo y presto atención a sus palabras, las saboreo, las digiero y luego me queda un amargo sabor.
¿Por qué cuesta tanto entender que no es otra simple historia de amor?
Quizás soy una desalmada que simplemente piensa que un final feliz es fácil de escribir, de exponer, de llevarlo al mundo y decirle "vive, dura. Ustedes pueden". Aunque, puede que simplemente sea realista.

"I o E te tre metri sopra il cielo", así reza el título de éste libro qué, a pesar de tener tanta fama en su adaptación al cine español, no muchas personas lo conocen. 
Y si, tiene su versión en el cine italiano, también. 
Como decía, éste libro de Federico Moccia, llegó a mis manos gracias a un torrent (Bendita tecnología) y quemé mis retinas leyéndolo, una, dos, tres, siete horas. Un día, otro, listo. Acabado. Me encantó, por lo realista, por lo vivido, por la narración tan detallista de cada escena, cada respiro, cada aroma, un movimiento de cabello, aquella sonrisa. La vida en 390 páginas, detallada a cada paso, un segundo, quizás dos.
Si, fue bueno.
La chica buena que se "enamora" del chico malo, el clásico cliché que tanto odio, pero debo admitir que aquí fue diferente y es a donde quería llegar.
Desde mi punto de vista, ella no se enamora de él y ésto cambia todo. Esa relación enfermiza donde no se puede aceptar al otro tal y como es, porque intentamos y pretendemos a toda costa que esa persona sea capaz de cambiar todo lo que ha sido hasta entonces por acatarse a caprichos que quizás, en un momento, quiso complacer.
Exactamente eso, ser ese juguete que alguien más quiso poseer, disfrutar, vivir y luego desechar, porque no pudo funcionar más allá, simplemente porque no podía vivir una vida que no le correspondía.
Con ésto no quiero decir que no lo quiso. Se trata de detenerse cinco minutos y pensar en la diferencia entre querer, amar y sentir una leve obsesión hacia aquello que nos prohíben.

Es básico y duele.

Un libro más, la misma historia, mismos personajes. "Ho voglia di te". Todos quejándose de que ambos protagonistas (los ya nombrados) no quedan juntos, dejan de amarse, se separan. Se acabó. Fin. ¿Por qué somos tan egoístas? o peor aún ¿Por qué no podemos aceptar que la vida sigue? No es fácil, pero no es válido atarse a ilusiones de momentos.
Él se enamora de alguien que es capaz de aceptarlo y amarlo por quien es, por lo que hace, por lo que vive.
Ella se casa con alguien por mero compromiso social, por disciplina absurda, por mediocridad, por falta de amor.

Claramente alguien anda mal en toda ésta situación y no es precisamente el que todos consideran como un desastre. Y no, no pienso que sea una clásica historia de amor.
Ésto es lo que pasa a diario: El "amor" que todos dicen sentir en contra de los prejuicios que mueven sus impulsos.

Oh si, duele. 

Comentarios

  1. Realmente quiero leer este libro, y me gusta lo que dices sobre esas personas que tratan de cambiar a la otra en una relación y luego la culpan por el fin de la misma.

    Si puedes pásame el libro al correo sakurauli_22@hotmail.com

    A y por si no sabes el libro tiene segunda parte n.n

    Saludos desde: http://lagalaxiadepapel.blogspot.com/

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog